
«El lugar es cómodo, bonito y huele a café recién hecho… aunque no me dieron café, obvio. Mi humana pidió un latte y yo recibí una galleta para gatos. Muy buena, pero… ¿solo una? ¡Hola! Tengo más de un estómago para consentir. Aun así, volveré… si prometen doble ración.»
«Me recibieron como si fuera el dueño del lugar (y no me quejo). Me dieron agua fresquita y una galleta deliciosa. Mi humana estaba feliz con su pastel, pero ¿y yo qué? Me quedé con ganas de probar TODO el menú. Eso sí, las sillas cómodas para dormir la siesta… punto extra.»
«Entré al Café Insight como la realeza que soy, y el personal lo entendió perfectamente. Me ofrecieron galletas y hasta me dijeron ‘qué bonita’. Claro que lo soy. Lo único que no entendí fue por qué no me trajeron una segunda galleta sin que yo la pidiera. Servicio excelente, pero… mejoren ese detalle, humanos.»